domingo, 6 de septiembre de 2015

Nadie Vio Nada

A penas había gente por el paseo frente al mar. Hacía poco había dejado de llover. El horizonte aun guardaba ese gris acerado profundo lleno de misterio que evoca viejas historias marineras de naufragios. Casi sin quererlo vio a una mujer salir entre las rocas. Llevaba un vestido blanco vaporoso que parecía flotar con el aire. Lentamente se encaminó hacia la orilla. No había casi olas. La mar la recibió dulcemente como una caricia ligera haciéndose desear. La vio adentrarse despacio, tranquila hasta que solo logró ver la mancha blanca de su vestido alejándose mar adentro llevado por la corriente. Le hubiese gustado acompañarla, tan mágico le pareció pero, aquella mujer iba en busca de alguien que la esperaba en las profundidades.
El paseo fue llenandose de gente. Había salido el sol. Nadie había visto nada.

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