Te Fuiste

Te fuiste sin decir adiós.

Te fuiste sin decir palabra.

Te fuiste negando la realidad.

Te fuiste escondida en tus fantasías.

Te fuiste sin querer irte

El Destino

A medida que van pasando los años, la muerte se hace cada vez más presente. Se convierte en algo cotidiano. Ya no sorprende. Llegará a la puerta y tendrás que abrirle. Habrá que aceptarla sin rabia, ni temor, como lo que es, algo natural. Abrazarla sin negarla, sin ocultar su evidencia como si fuese algo oscuro, cuando es parte intrínseca de la vida haciéndola preciosa y única. Es nuestro destino.        

Distorción

 Cuán difícil es ver los hechos y las personas  a través de los gruesos cristales de nuestra mirada; sin filtrarlos.

Lo que en otros nos parece reprochable en nosotros nos resulta imperceptible. Me gustaría no caer en esa ceguera  injusta hacia  los demás.

Esa incapacidad que todo lo distorsiona convirtiendo en severos y crueles nuestros juicios llevándonos a la mezquindad.     

Estas Acostumbrada

 Estas acostumbrada . Me dices.

¿Por qué tienes esa idea?

¿Por qué piensas que no lo siento?

Es más fácil pensar que estoy acostumbrada.

Es mejor pensar que ya no me duele, que estoy hecha de otra pasta.

Ni por un momento percibes el esfuerzo y la capacidad de superarse.

El buscar el camino del equilibrio, aceptando la realidad y gestionando la vida con dignidad y valentía.

Por ello callo y lo guardo como un tesoro secreto.

He aprendido que para los otros, simplemente, estoy acostumbrada.