Cuando, en el recuerdo, su mente se llena de aquellas tierras inmensas de absoluta armonía en su desnudez, su alma descansa en ellas como en un lecho de belleza infinita.
Cuando a sus ojos acuden los perfiles majestuosos de las Montañas Azules, su corazón late de nuevo ante su fuerza y hermosura.
Cuando esas imágenes la embargan, vuelve a sentir la vida.