jueves, 23 de junio de 2016

Praga

Esta vez sus ojos buscaron encontrarse con la vieja Bohemia. Sus torres esbeltas terminadas en finas agujas, sus cúpulas de aire oriental, sus iglesias, sus  palacios junto a las casas de colores pasteles de sus calles sinuosas y pintorescas le otorgan ese aire de cuento infantil leídos en su niñez. Caminar por sus calles era lúdico y ensoñador.  La ciudad vieja, con su reloj astronómico, la plaza, el castillo, la ciudad pequeña, la calle del oro. El barrio judío con sus sinagogas y cementerio hablanban del pasado. El río Moldava veía pasar la historia. Una historia cargada de guerras e invasiones pero también de música y literatura. Sabía que a él también le hubiese gustado y cuando el magnifico organo de la iglesia Clementina sono llenandola con sus acordes y después la soprano con un delicado lirismo entonó el Ave Maria de Gounod supo que él sonreía junto a sus labios.   

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