Llovía con fuerza, lo había hecho toda la noche. Así que decidió después de desayunar regresar a la cama y adormilase mientras pasaban las horas. Era agradable estar entre las sábanas debajo del edredón y sentir ese tibio calor mientras fuera la lluvia azotaba; tratando de adormecer entre ese mismo cálido calor su inmenso vacío.
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