Las buenas palabras se perdieron.
Los gestos de buena voluntad desaparecieron.
Las ventanas y los balcones se cerraron.
Se abren las puertas.
El enemigo ya ni une ni iguala.
Regresa la mezquina normalidad.
Los gestos de buena voluntad desaparecieron.
Las ventanas y los balcones se cerraron.
Se abren las puertas.
El enemigo ya ni une ni iguala.
Regresa la mezquina normalidad.
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