Cuando mis ojos ya están lejos de África. Cuando mi mirada ya perdió sus horizontes. Mi alma aún se sobrecoge al recordar su hermosura. La inmensa fuerza de sus desiertos, el poderío de sus montañas, el infinito de sus paisajes aún me embarga. Mi corazón aún siente la emoción de unas tierras sin fin que se abrían ante mi y me hicieron estremecer.
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