Contigo
Al doblar la esquina los delicados y amarillos pensamientos de las jardineras de la entrada nos dieron la bienvenida. Habíamos regresado a casa. De golpe comprendí lo que realmente significas para mí. Esta casa sin ti no tendría razón de ser. Cada rincón, cada cuadro, cada mueble está lleno de nuestras ilusiones es el reflejo de nosotros mismos de nuestro devenir. ¡Qué terrible hubiese sido el vacío! Por eso es un regalo estar de nuevo en nuestro hogar. De la mano vivir la simple alegría de compartir un día más. Me siento feliz al estar a tu lado, al ayudarte, al ofrecerte la ternura y la dulzura que necesitas. Vivir sin esperar nada, sin soñar con nada, tan solo sentirte a mi lado.
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