miércoles, 18 de abril de 2012
Despacio
Con el gesto apacible y la respiración liviana como una pluma duermes plácidamente. Te tomo la mano y te canto canciones de mi infancia para arrullarte y decirte dulcemente que estamos contigo que velamos tu sueño. Nada te perturba. La esbelta figura de los álamos blancos se asoman a tu ventanal. El rosal trepador ha empezado a brotar y las alisus con sus florecillas y suave aroma a miel te acompañan. Todo es hermoso. Todo está tranquilo mientras tu corazón late despacio, cada vez más despacio.
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