¡Qué triste! Me
decía, es ver
gente convivir sin
amarse. Gente que
ni se admira
ni comparte. Gente
que por interés,
por costumbre, por
cobardía sigue junta.
Gente que en
sus miradas se
lee la indiferencia y
en sus gestos
el desamor. No
conocen lo que
es que el
otro viva en ti. Que
la pasión embargue
tu existencia y que tu corazón sangre
por haberlo perdido
para siempre en
el infinito azul.
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