Aunque no esté es como si estuviera. La casa sigue con sus flores, la plata limpia y los cojines bordados de la cama bien planchados. Si suena la música siempre será la misma, la que amaban. Su mundo era el de él y el de ella de él. Solo así puede seguir; amando lo que siempre amaron. Los días silenciosos, sin compañía alguna se suceden mientras ella intenta olvidar que se ha ido. Viviendo lo que con él vivía.
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