viernes, 21 de febrero de 2014

La Hamaca

 Mecida por la suave brisa de sus aguas verdes, el murmullo de las palmeras, ceibos y guanacastes, con la mirada perdida en la silueta del Monbacho descansa en la hamaca dejando su alma vacía dormir su pena profunda y callada. Silencio de amor que acuna el lago, la isla y el volcán.

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