Te amé profundamente. Más de lo que yo misma pude imaginar. Tanto que tú mismo te sorprendiste y me dijiste antes de irte “no sabía que me quisieras tanto”. Yo tampoco conocía la inmensidad de tu amor. La descubrí cuando al despedirte tu único afán fue hacer por mí todo lo que estaba en tu mano para ayudarme a seguir viviendo. Fue una hermosa historia. Fuiste mi único hombre y yo tu única mujer. Juntos hicimos el camino de la vida libres y apasionadamente. Por eso solo quienes han tenido el privilegio de amar así pueden comprender el dolor, el desgarro y el llanto que tu sentiste al irte y yo al perderte.
martes, 15 de mayo de 2012
Amar
Te amé profundamente. Más de lo que yo misma pude imaginar. Tanto que tú mismo te sorprendiste y me dijiste antes de irte “no sabía que me quisieras tanto”. Yo tampoco conocía la inmensidad de tu amor. La descubrí cuando al despedirte tu único afán fue hacer por mí todo lo que estaba en tu mano para ayudarme a seguir viviendo. Fue una hermosa historia. Fuiste mi único hombre y yo tu única mujer. Juntos hicimos el camino de la vida libres y apasionadamente. Por eso solo quienes han tenido el privilegio de amar así pueden comprender el dolor, el desgarro y el llanto que tu sentiste al irte y yo al perderte.
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