Quisiera encontrar refugio pero no sé dónde. Quisiera salir corriendo pero no sé a dónde. Todos tienen su vida y su mundo y yo he perdido contigo mi vida y mi mundo. Pocos, muy pocos comprenden mi desgarro. Porque pocos muy pocos han sabido lo que es mirarse en los ojos del otro y encontrarse. Pocos muy pocos se hallan en el otro. Pocos muy pocos han surcado tempestades luchando hasta la extenuación por no ahogarse en ellas. Pocos muy pocos han sentido el terror a perderse el uno al otro.
Gente ignorante dice palabras estúpidas. “Pide ayuda, ve al psicólogo” como si no supiese aplicar los mecanismos de la terapia ocupacional. Los malditos parches de supervivencia para así mal vivir como ellos. Con sus caras amargas hipócritamente revestidas de generosidad se atreven a predicar creyéndose ungidos por la verdad cuando desconocen lo que realmente es la complicidad del amor.
No me gusta mi vida. No me gusta el futuro. No tengo esperanza. Tú eras mi vida. Tú eras mi futuro. Tú eras mi esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario