Esparcimos tus cenizas en las verdes campas a los píes de la ermita y pétalos de camelias deje caer sobre ellas. El monte y la mar te abrazaron en su eternidad. El círculo se cerró. Entonces iniciamos llenos de pasión una vida. Hoy apasionadamente te dije adiós.
¡Ay amor! Cuán profundo y oscuro es el hueco de tu ausencia. Quisiera morirme para así alcanzarte y volver a tenerte a mi lado. Quisiera morirme para así encontrarte escuchando tu música o en el jardín leyendo. Quisiera morirme para así dejar de vivir sin ti. Quisiera morirme para que así todo volviese a ser perfecto juntos otra vez.
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