Hace un año
en la pequeña
terraza de madera
que él mismo
había construido rodeados
por las hortensias
y los geranios
de yedra, le
propuso que le ayudase a montar
el blog-literario.
Piensa el nombre. Le dijo.
No tardó mucho
en proponerle uno.
“Las Puertas Mágicas”.
Me gusta. Le
respondió ella.
¿Y qué te parece
Sensaciones?
Perfecto. Los
micro-relatos son al fin y al cabo
sensaciones en las que
debo desarrollar una idea
de principio a fin. Además yo
escribo desde mis
emociones. Me gusta. Lo
montamos en tres
apartados Cuentos de
Amor y Muerte, Otros Relatos y
Nuevos Relatos. De
esa manera recopilo los
ya escritos. La nueva creación
la incluiré en
los Nuevos Relatos.
Él con todo cariño le
monto el blog y ella
feliz lanzó sus
escritos al mundo
a través de la
red. Qué lejos estaban
entonces, cuando en
esos atardeceres largos
y cálidos del
verano él leía
las alarmantes noticias
económicas y ella
escribía, de sospechar
que la muerte
le habitaba. En menos de
un mes, con
aquel análisis rutinario
se desató la
pesadilla. Pronto los
dos se dieron
cuenta del oscuro
camino que se
abría ante ellos.
Lo afrontaron con
valentía. Se enfrentó a
una cruel y
terrible operación, a
dos meses de
hospitalización para comprobar
poco después que
el mal corroía
sus entrañas invadiendo
su cuerpo. Juntos
regresaron a su
hogar a esperar
a la parca
llegar. Fue cruel
y malvada. Se
ensañó sin piedad.
Aún así supieron amarse. Él ocupándose de
resolverle su bienestar
futuro y ella en aliviarle
su dolor ofreciéndole
su ternura.
Durante esos siete
meses siguió escribiendo.
Pero no incluyó
nada en los
Nuevos Relatos. Todos
sus escritos, más sensaciones que
nunca, formaron parte
de lo que
un día llamo “Cuentos de
Amor y Muerte”
sin saber que
serían los más
suyos, los más
vividos, los menos
imaginarios. Él se
fue y ella aún más
dolida y herida que
nunca sigue escribiendo un año después, en el blog
que él le
preparó Las Puertas
mágicas- Sensaciones, sus relatos
en “Cuentos de
Amor y Muerte”.
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