Por qué es
tan difícil de
entender que su
vida se fue
con él. Por
qué no pueden,
ni por un
momento, suponer que
todos los años
vividos juntos en
los que compartieron
todos los sueños
y todas las experiencias no
pueden dejarse atrás
sin más. Tan complicado
es de comprender que
vivieron un amor
apasionado no exento
de dificultades pero
profundo y enraizado.
Es que no
pueden imaginar siquiera
el maravilloso sexo
que tuvieron que
no hubo playa,
mar, montaña, coche, tren, ascensor, baño, vestuario,
hotel en que
no lo hicieran desde los dieciocho a
los sesenta. Cómo
pretenden que no
se sienta herida
de muerte. Cómo
no entienden su
dolor y la
oscuridad que
la envuelve. Ignorantes pasan
a su lado
ciegos.
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