No sabe cuándo
volverá a mirar
la vida con los ojos
dulces de la
esperanza. Camina con el miedo
y el desaliento
de no
encontrarla porque no
existe. Sin embargo
busca en su
alma la fuerza
que la empuje
a no rendirse,
a no tirar
la toalla, a vivir, como
él le dijo. Él,
el valiente y
luchador que solo
ante la muerte
entregó armas con nobleza
y gallardía. Pero ella
no
es tan fuerte. No sabe si
será capaz de
seguir en la
batalla o la
vencerá el cansancio del vacío y
soledad.
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