Cuánto le duele
saber que jamás
volverá a estar
a su lado.
Que nunca más conversará con
él sobre la
vida. Que ya
no cenarán a
la luz de
las velas, ni
tomados de la
mano verán una
película, ni el uno tras del otro
irán en bicicleta.
No viajaran más
disfrutando en silencio
de los paisajes
que tanto les
gustaban. No se
sentarán en la
terraza llena de
flores que con
tanta ilusión pensó,
diseñó e hizo ¡Cómo
quisiera olvidar para
no seguir sufriendo!
Sin embargo no cambiaría en
nada su vida porque, para
ellos ese amor
fue lo más
hermoso e importante aunque ahora le sea tan dura su ausencia.
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