Mis Ojos
Cuando mis ojos recorren tu cuerpo dolorido, siento tu dolor en mi alma. Cuando apenas tienes fuerzas para pronunciar palabra, mis ojos sufren contigo tu cansancio. Cuando me miras desde lo profundo de tu herida, mis ojos la sienten como suya. Cuando me miras desde la lejanía de la batalla que libras, mis ojos quisieran ganarla para ti.
1 comentario:
En momentos así, lamento no creer en ningún Dios al que poder rezar... Dicen que ser escuchado es terapéutico, imagino que ser observado lo es igualmente: mis ojos están puestos ahí también, y me consta que muchos otros ojos están aguardando con esperanza. Mucha fuerza. Leonor.
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