lunes, 3 de octubre de 2011

Frente Al Mar

Han  pasado casi  cuarenta y cinco años. Entonces era una adolescente rebelde e insegura. La única extranjera en  aquel  elegante y riguroso colegio. Situado en  Getxo ,  la  zona más burguesa  del Bilbao industrial de entonces oscuro y sucio. Rodeado por solemnes mansiones como lo era el mismo.  De aquella época recuerda los días lluviosos, el uniforme azul, las misas y rosarios diarios que tanto rechazaba. De todo ello no queda nada. Bilbao se ha convertido en una ciudad atractiva de la que todos hablan y Getxo  con sus rotondas y avenidas floridas, su paseo frente al mar y sus hermosísimas  casas remozadas,  hace pensar  en esas  señoriales ciudades  europeas  con raigambre.
El destino le había hecho  considerar  a Bilbao como  el mejor lugar para hacer  frente al desafío al que se enfrentaban y  Getxo  el lugar perfecto para  descansar  antes  de  encararse  a ese reto. Hoy frente al mar en  el pequeño hotel  que en su día fue una de esas  casas señoriales,  a dos pasos del desaparecido colegio,  viendo  los pequeños  veleros de la escuela  náutica , los yates de recreo ,   los barcos cargueros y los grandes cruceros; le parecía  mentira estar allí. ¡Habían  cambiado tantas cosas!  Ya habían pasado  los tiempos de los sueños por los que luchar. Tener una casa, criar hijos, darles un porvenir.  Ahora  cuando solo buscaban  la armonía  de juntos y solos disfrutar de esa paz, se enfrentan,  sin previo  aviso  y prematuramente al posible adiós final. Los hechos se han dado de forma inesperada. Había que actuar, tomar decisiones. Lo hizo  con la cabeza fría. Lo acompañaba con serenidad. Más unidos  que nunca caminaban por el  difícil y duro sendero  que tenían ante sí.
Estos dos últimos días de hermosura antes  del desafío,  le resultaban  como la calma que precede a la batalla. Cuando los hombres  velan  sus armas y sus corazones henchidos  aceptaban  al destino. Se miraba al espejo  y le parecía que dentro de la imagen reflejada había otra  que guardaba su dolor y sus lágrimas. Los dos  de la mano  paso a paso emprendían el  camino  dispuestos  a  luchar  con coraje y dignidad, sea cual fuere  el resultado final. Pero hay algo similar en el ayer  y en el hoy, en aquel tiempo anhelaba  encontrarlo, hoy anhela  no perderlo.

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