Todos estos largos días en medio de esta peligrosa travesía llena de oscuros abismos. Subidos a este tren del terror que en cada recoveco nos sorprende con un espanto. He sentido vuestra compañía. Vuestro calor humano ha aliviado las largas horas de esta lucha sucia y traidora.
Amigas de infancia con las que compartí los primeros pasos, los primeros cumpleaños. Con quién jugué a las casitas de muñecas. Amigas de adolescencia con quienes descubrí la emoción de las primeras miradas de los muchachos del “Centro América”. Amigas de universidad con las que viví el encuentro con el amor. Amigas que compartieron mi boda y el nacimiento de mi hijo. Amiga de tardes de música en Biarritz . Amiga que cuidan ahora de mi casa y hasta de mi jardín. Amiga que desde warwick me escribe. Amigas generosas de almas hermosas me habéis demostrado que en este mundo desalmado aún tiene esperanza y belleza.
Y, a ti hermana querida, mi hermana mayor que me has arropado con dulzura de madre. A todas GRACIAS.