Los días pasan.
Los meses pasan.
Ya están vestidos
de verde. Ya
sus hojas empiezan
a platear al
viento. Ya la
acunan con su susurro al
moverse. Ya al
verlos la invade
el sosiego. Vivir
para volver a
verlos reverdecer pero
con el
alma ausente y
los sueños perdidos.
Son sus compañeros
silenciosos que junto
a ella lo añoran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario