Fue hermoso tener
veinte años y
amarlo. Creer en
él como en
un Dios. Desear hacerlo suyo. Recorrer
su cuerpo palmo
a palmo. Engendrar
a su hijo.
Soñar con el
futuro. Cumplir las
ilusiones. Vivir la
vida juntos. Quererlo
hasta su muerte.
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