Se dio un
año de plazo
y ya casi
ha pasado. Nada
ha cambiado. O
tal vez sí. Ahora ya
sabe que puede
seguir sobreviviendo. Día
a día sin
pensar, sin sentir,
viendo pasar la
vida sin vivirla.
Le gustaría irse
pero es cobarde
y allí está
como
una autómata sin
alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario