El paisaje árido
de unas tierras
solitarias de extraña
belleza entre el
viento y la
mar la dejan
ausente. El sol
despiadado quema la
piel mientras engañan
los alisios soplando
con fuerza. Se
pierde su mirada
entre la espuma
de olas bravías
y cometas de
colores que juegan
con el aire
y la mar.
Mientras el sonido
potente e incansable
del atlántico azotando
sus playas la
abruma. Su hermosura
es ancestral, oscura
y mágica. Habla
de dioses y
héroes mitológicos muertos
en la oscuridad
de los tiempos.
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