Poco a poca hacía suya
su vida sin él.
Poco a
poco aprendía a
mal vivir. Poco
a poco su
corazón roto aprendía
a latir. Poco
a poco aceptaba
como un condenado
su pena. Poco a poco veía pasar
el tiempo. Poco a poco
dejaba de sentir,
de soñar, de
desear. Poco a poco
sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario