Tan solo espera
que mientras lame sus heridas su
pena se duerma.
Que nuevos paisajes
la calmen con
su belleza. Que viejos
amigos la acompañen. Que sienta
la paz de
los días tranquilos.
Que la ilumine
la luz de
una puesta de
sol. Que la
bañe la fuerza
del mar. Que
la alegre una
copa de vino.
Que nadie le
diga cuál es
su camino y que algún día el sosiego
abrace su alma.
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