Una sola mirada
le bastó para
saber que iba
a ser difícil poder
entenderse con aquellas
personas. Sintió que
sin quererlo ya
había creado una
enorme distancia que
la separaba de
ellas. Su nombre,
su forma de
hablar, sus gestos,
su sentir, en
fin toda ella
era distinta. Sin embargo
lo intentó. Trató
de adaptarse pero supo que
no lo logró.
De nuevo pensó
que era mejor
regresar a su
casa. Cerrar sus
puertas y vivir
queriendo morir.
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