Sin darse por
enterada habla como
si fuese doña
perfecta. Oculta tras
una capa de
insensibilidad y estupidez vive
creyéndose sus mentiras.
Haciendo de su vida un
mundo absurdo la
pobre mujer no quiere ser ni madre,
ni abuela, ni tener
más años. Es
solo Lis que
corre tras conferencias
de todo tipo,
exposiciones snobs, clases de música y
pintura para darse
aires de experta,
amigas hechas ayer
con tal de
esconderse de la
triste realidad de
abandono y sin
sentido que se
ha forjado. Pobre
anciana que jamás
ha sabido amar
ni ser generosa.
Pero nunca lo entenderá seguirá
así su camino
cínica sin cuestionarse
ni pedir disculpas
doña perfecta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario