Cuando se ha
perdido lo único
cierto. Cuando se
sabe que nadie
te necesita y
no hay nadie
por quien luchar.
Cuando no hay
ni sueños, ni
ilusiones. Cuando mientes
al sonreír y al hablar.
Cuando no puedes
gritar que no
quieres, que tú ya
has terminado, que
no aceptas, ni
te engañas ni
te agarras a
creencias para justificar
tu profundo vacío
e inmenso dolor. La
vida no es
más que una
carga absurda y
pesada que quisieras
abandonar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario